Ingenuidad, ciega ingenuidad

"Diría que somos idealistas. El idealismo está relacionado con algo de ingenuidad", Jacques Rogge, Presidente del COI.

Al ser preguntado acerca de si el COI fue algo ingenuo al pensar que China permitiría el libre acceso a Internet a los medios de comunicación que cubrirán los próximos JJOO, el señor presidente de dicha organización soltó ésta perla. Una muestra clara de las estupideces que se le ocurren a uno cuando no sabe que decir.

No contento con eso, se le ocurrió hacer una nueva afirmación, quizás más absurda que la anterior: "No dirigimos la Red en China. No voy a hacer una disculpa por algo de lo que el COI no es responsable".

Puestos a ser ingenuos, habría que serlo, y mucho, para tragarse semejante sandez. Verdad manipulada, verdad a medias, mentira entera. Porque el COI realmente es el único responsable de la situación.

Digamos que fueron ingenuos - me niego a llamarlos idealistas, por principios -, ingenuos por ceguera, ingenuos por desconocimiento, ingenuos por ambición. Aunque ninguna de estas razones podría sostener el adjetivo de ingenuo, realmente.

El mercado manda, y el mundo obedece. Y el COI no es menos, claro que no. Por eso no importa nada que el país elegido para albergar los JJOO sea un país donde la vida de las personas importa menos que el sello "Made in China". Poco importa que no exista libertad, mientras se respete la suya durante el mes que duren los Juegos. ¿Qué hay cientos de personas en prisión por defender sus ideales? Bueno, no pasa nada mientras ellos estén cómodamente alojados en esas maravillosas Villas Olímpicas.

Bah, supongo que realmente nada importa. Excepto por supuesto, el acceso a Internet. Obviamente, ninguno había imaginado que los tratarían igual que al resto de la población China. Quizás habían imaginado, ingenuamente, que la Red China podía habilitar la Villa Olímpica como una zona de libre acceso a Internet manteniendo bloqueado al resto del país. Sí, debe ser eso.

Por eso muchas veces se identifica la ingenuidad con la estupidez. Porque hay que ser estúpido para pensar eso. Y mucho más, para decir que no se tiene responsabilidad alguna, cuando la mayor responsabilidad es haber elegido precisamente ese país.

Esa hipocresía, esa doble moral, que existe entre los organismos internacionales, ya sean públicos o privados, rige igualmente la política del COI. Organismo que pese a tener un carácter meramente deportivo, mantiene intereses económicos y políticos en el mismo grado.

¿Y bien? Ahora nos toca apechugar con las consecuencias. Aunque no quieran admitir su responsabilidad, ni mucho menos disculparse por ella. Lástima me dan los deportistas, quienes son los únicos que no son responsables de todos estos teje manejes. Es por eso que siempre he estado en contra del boicot a los Juegos. Pero quizás habría que decirle a éste señor Rogge, y al grupito de mentes ingenuas e irresponsables que dirige el COI, que deberían hacer un gran examen de conciencia, y revisar su propia Carta Olímpica.

"El objetivo del Olimpismo es poner siempre al deporte al servicio del desarrollo armónico del hombre, con el fin de favorecer el establecimiento de una sociedad pacífica y comprometida con el mantenimiento de la dignidad humana." De los Principios Fundamentales de la Carta Olímpica, artículo 3.