lunes, 23 de julio de 2007

Resumir unos meses


Creo que he perdido la costumbre de escribir en el Blog, y cuando eso ocurre, cuesta un mundo recuperarla. Y la verdad, me da mucho coraje, después de la paliza que me di construyendo este espacio, e intentando que fuera lo más agradable posible.

Pero cuando una se aleja tanto de la palabra escrita, después parece una misión imposible volver a plasmar en palabras su propia vida, sus pensamientos, y lo que la rodea. Y sobre todo cuando se trata de resumir en pocas palabras todo lo que representan varios meses de su vida.

No obstante trataré de hacerlo lo mejor que pueda. Y que sea lo que Erú quiera XD

Primero decir que finalmente conseguí que me despidieran de "El Corte Inglés", en una dura batalla en la que mis armas principales fueron las bajas "puteras", la insolencia, y la falta de preocupación por mi trabajo y todo lo que representaba XD Tanto Tere (compañera de batalla inseparable e inmejorable) como yo, hicimos todo lo posible por desesperar a mi jefa hasta límites insospechados, tal como ella había hecho antes con nosotras.

La victoria ha sido dulce, divertida y rentable. Las negociaciones con el Sr. Gallo, el "amabilísimo" Jefe de Personal de El Corte Inglés, fueron sobre todo, entretenidas y amenas. Desde el momento en que Tere le espetó que nos estaba tratando como clientes, hasta el día que llegamos a su despacho con una sonrisa irónica y reptiendo "Sr. Gallo, queremos daños morales". Su abogada, una tal Pilar de cuyo apellido no me acuerdo, porque su anódina y estúpida presencia no dejó una gran huella en mi persona, asumió para sí el papel del "poli malo". Un "poli" que duró un asalto, pues durante aquellas reuniones, hicimos gala de toda nuestra ironía, y del humor negro que nos caracteriza. Lo cual creo que les debió romper todos los esquemas.

Pero finalmente, firmamos. Cobramos nuestra indemnización, que contamos billete a billete delante de ellos (con frase lapidaria de Tere preguntando "¿Y cómo se que no son falsos? Que yo de esta gente no me fio...") Después de eso, llegó la tan ansiada libertad.

Aparte de eso, lo más importante ha sido el cambio de casa. Comprar piso es una tarea que puede compararse a escalar el Everest sin oxígeno. Sin oxígeno y contrareloj, y con una enorme mochila, también conocida como Sra. Hipoteca.

Primero se empieza con una búsqueda irreal del piso ideal. Ahí es donde uno empieza a darse cuenta de que lo que significa "bajo luminoso" significa en realidad que temerás el recibo de la luz por sobre todas las cosas. Allí donde uno lee "coqueto apartamento" debe entender que podrá dormir, ver la tele, comer y ducharse en la misma habitación.

Es entonces también cuando una se da cuenta de que el precio de la vivienda es inversamente proporcional al número de escalones del que consta la misma. Sobre todo teniendo en cuenta la ausencia de ascensores, el número de vecinos, y la situación geográfica de la misma.

Una puede sentir cómo le hierve la sangre cuando le hacen perder el tiempo, enseñándole un agujero mientras le dicen "que tiene muchas posibilidades". Mientras veíamos un dormitorio abuhardillado, la mujer muy amablemente nos explicaba que total, al dormitorio sólo se iba a dormir, mientras Alvaro apenas podía estar en la habitación de rodillas. Menos mal que no somos aficionados al "salto del tigre"... pero aún asi O_ô

Cuando nos estampamos con la realidad, como si fuera un muro de ladrillos, empezamos a calibrar cuál es el peso real de la Sra. Hipoteca, y qué es lo que nos podemos permitir cargar a cuestas. Es entonces cuando, por fin, vuelves de nuevo a la búsqueda dentro de los parámetros reales. Y cuando entiendes que tu piso ideal está muy lejos de tu Sra Hipoteca real.

Cuando empezamos a buscar piso, Alvaro quería algo en el centro, con al menos dos habitaciones, con la cocina independiente... Finalmente nos dimos cuenta de que teníamos que elegir entre coger el metro, o vivir en un agujero.

Finalmente, nos decidimos por el metro. Y lo encontramos. Nuestro piso. Nuestro hogar. Bueno, rectifico. Lo encontré XDDDD Mal que le pese a Alvaro, lo encontré yo :P Y empezaron las obras. Bueno, La Obra. Y después, la temida mudanza... (aquí tengo que agradecer a Elen, Tas y Tere por su ayuda inestimable, y sobre todo a Alvaro, por hacer su parte y la mía ;***) que terminó en una especie de síndrome de Diógenes, lleno de bolsas de basura llenas con nuestras pertenencias. Y pintar, y limpiar. Luchas por encontrar el "blanco luminoso". Los viajes al Ikea y al Leroy Merlin, en una especie de danza mística que consistía en comprar y devolver, comprar y devolver, y vuelta a comprar, y vuelta a devolver. Todo esto acompañados por un Alvaro desesperado, repitiendo una y otra vez "Cuando nos iremos de aquí para siempreeeeeeeeee".

La comida basura, porque estuvimos un mes entero sin cocina. El montaje de muebles del Ikea, las heridas, las tiritas de Spiderman, las manchas de pintura. El color "azul con motitas" que dejó manchurrones en las paredes. El clavo que al intentar sacarlo de la pared dejo un agujero del tamaño del metro. La pintura transparente, que en vez de pintar, borraba.

Pero todo terminó. Bueno, más o menos. Esto es una casa. Siempre quedan cosas por terminar, pero creo que después de todo, lo conseguimos. Nuestro propio hogar.

Y esto ha sido todo por hoy. Creo que ha sido un buen resumen, después de todo. Aunque no se si la palabra resumen se ajusta a la realidad XDDDDD Y después de esto, espero volver a la normalidad en el blog ;)

Bsos!!

1 comentario:

Lalih dijo...

*.* como lo cuentas, hasta parece divertida la mudanza xDD me alegro de que estés en casa propia ^^ a ve si me resulta el viaje de una buena vez pa hacerte una visita con mi enano, si nos recibes, claro está xDD


besos wapisimaaaaaaaa



PD: agregada a mi blog ^^ :***************