sábado, 13 de enero de 2007

Chinito tú... chinito qué?




A pesar del tiempo sé que todavía no nos hemos repuesto del daño que supuso la entrada el Dobu-Tofú en nuestras vidas. Cosas del chino supongo. Y a menudo viene a cuento entre otras comparaciones, como ejemplo de las cosas más asquerosas que uno pueda imaginar. Pero los chinos nunca dejarán de sorprenderme, como los Hobbits a Gandalf supongo. Y es por eso que vuelven a ocupar una entrada de honor en esta sección que parece hecha a su medida.

Empezaré por contar que han abierto un restaurante chino nuevo dos calles más abajo. Lo de dos calles más abajo es importante para lo que vendrá después, pero de momento diré que lo ví abierto una noche cuando iba al trabajo, y se me ocurrió que podíamos ir a cenar allí... a ver cómo era. Vamos, que tampoco soy tonta, y no esperaba nada del otro mundo. Pero no se, por hacer algo distinto, y aprovechar que estaba en el barrio y al lado de mi casa...

El siguiente día que libre se me ocurrió que podíamos ir, pero a Alvaro no le apetecía porque llegaba en ese momento del trabajo con intención de irse a la cama nada más llegar (además que ya había "merendado" hacía poco una hamburguesa ¬¬), pero había pasado justo frente al chino y estaba repartiendo folletitos de esos para pedir comida a domicilio. Y como yo llevaba todo el día sin comer, pues decidí pedir comida china al menos para mí.

Después de pasar un rato leyendo el folleto y decidiendo qué quería, marqué el número. Me contesto un chino (que raro no? XDDDDDDDDD), y esta fue la conversación:

- Hola, buenas noches. Quería hacer un pedido ...
- Ido?
- Si, quería hacer un pedido...
- Ido?

En ese momento el chino me dice ESPELA y se pone otro chino. Yo, pensando que este sería el que sabía castellano, repito la operación más aliviada:

- Hola, quería hacer un pedido...
- Ido?

Imaginaos mi cara...

- Quería hacer un encargo ... (con voz de frustrada ya...)
- Cargo?

Me lo pensé dos segundos y dije:

- Quiero comprar comida y que me la traigas a casa... (totalmente desesperada)

Al chino parece que se le enciende una luz y se rie. Si lo hubiera tenido delante lo hubiera estrangulado.

- Ahhhhhhhh - dice - No podel selvil, no tenel gas hasta domingo.

A todo esto Alvaro estaba en el cuarto muerto de risa al oir mi conversación. Me despedí del chino a todo correr, y obviamente pedi pizza. No tenía ganas de lidiar con más chinos.
Total, que anoche vinieron Elen y Tas a casa, y tuvimos la genial idea de volver a pedir comida china. Y después de mirar los folletos, decidimos pedir al nuevo, que para eso es el que está más cerca de casa. Como me esperaba una nueva conversación absurda, y no tenía yo ganas de mandar al chino a "tomal pol el bambú", le dije a Elen que llamara ella.

Obviamente la conversación fue absurda. Primero le contestó un chino que no tenía ni idea de castellano (como a mí vamos) y luego se puso la china que "debía" saber al menos algo. Pero nada. Tenían servicio al menos, pero el nombre de la calle se les resistía. Yo me estaba descojonando sólo de ver a Elen intentar que entendiera en nombre de la calle. Alvaro no hacía más que repetir "Soto con bambú" y "Manolo con Setas". Para colmo la china debió oirle, y le preguntó a Elen si queríamos setas con bambú.

Pero bueno, el pedido quedó hecho. Seguimos jugando a la play, y de repente a Elen la llamaron al móvil. No se que dijo el chino de la ropa. No hemos conseguido descifrar que quería decir. Pero logró hacernos entender que no tenía ni idea de dónde quedaba la calle. Elen, desesperada, le dice que es dos callles más arriba de su restaurante, y le indica el camino. El chino cuelga, pero aún no las tiene todas consigo.

Diez minutos después vuelve a llamar. Como no se entera, le pasa el teléfono a dos personas de la calle, para que Elen les explique cómo llegar, y ellos a su vez se lo puedan explicar al chino. No se cómo aún, pero al final funciona. Elen les ve pasar por la calle de abajo y se pone a gritar como loca "No me ven? No me ven?" En ese momento yo estaba dándome de cabezazos contra la pared, Alvaro protestando diciendo que mandara al chino a la mierda y que se llevara la comida, y Tas preguntando cómo es que el chino no tenía un puto callejero. Total, que consiguió llegar, y subir a casa. Y encima venía muerto de risa...

Hoy echando un vistazo al ticket leo la dirección y pone: C/ Gorzales Zado ¿?¿?¿?¿? Obviamente era imposible que llegara a ningún sitio con esa información... XDDDDDDDDD

Y para colmo se olvidaron la salsa agridulce...

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