jueves, 4 de septiembre de 2008

I've tried to see the good in life

Llevo varios días pensando y dándole vueltas a ésta nueva sección del Oasis, pero una cosa y después otra han impedido que llegue a materializarse hasta hoy.
Siempre me dicen que soy oscura. Es más, hay alguien que me lo dice continúamente ¬¬ Y para ser sincera, no tengo muchos argumentos para negarlo. Siempre he pensado que se me daba mejor escribir cosas tristes que alegres, y que no transmito un gran sentido del humor escribiendo. Claro que poco a poco, gracias a éste Blog, lo voy consiguiendo. O eso creo ;)

Pero ésta vez va a ser diferente. Y he aquí que surge el tema de ésta entrada. El otro día iba en el metro, atestado como siempre de gente, cuando vi apoyado junto a la puerta de en frente a un señor mayor. Debía tener unos 70 años, al menos eso calculo yo. Se aferraba a una de las barras del metro, igual que yo, y lo primero que pensé es que alguien debería haber tenido la educación suficiente como para ofrecerle el asiento. Seguramente que fuí la única que tuvo la idea, y como también iba de pie, no sirvió de nada.

Pero ahí estaba aquél anciano, y había algo en él que me llamaba la atención. Llevaba en un brazo una bolsa que ponía "Compra - Venta - Cambio de Discos", y leía con gran atención el interior de una carátula de un CD. Intenté descifrar el nombre del disco, pero desde la otra puerta y con las letras al revés me fue imposible. Luego me fijé en el pendiente que llevaba en la oreja. Parecía un pendiente de esos modernos, de madera, en unas orejas enormes. Me desconcierta mucho eso de que las orejas no nos dejen de crecer nunca. Y eso que tengo las orejas pequeñas jejejejeje Seguro que a los que las tienen grandes les desconcierta más :P

Un pendiente en la oreja despertó aún más si cabe mi curiosidad. Llevaba el pelo corto, y una barba corta también, totalmente blancos. En el brazo que sostenía la bolsa tenía un tatuaje descolorido, que parecía la figura de una mujer. Pero al mismo tiempo iba impecablemente vestido, casual, una camisa de manga corta perfectamente planchada y unos pantalones modernos, con unos mocasines blancos sin calcetines.

Me pareció una gran contradición todo ello. Y luego sus ojos azules, concentrados en el libro, sólo se alzaban a ratos observando a su alrededor, pendiente de no pasarse de parada. Pero eran unos ojos profundos, interesantes. Y entonces sentí que tras su mirada, su imagen, debía haber una vida interesante, intensa, con un montón de historias que contar. Era ese tipo de persona que me hace preguntarme cómo fue, qué vivió, y que siente en el momento en que la vida se va escapando. Y pensé también en lo vacio que quedaría el mundo cuando esa vida se hubiera apagado, llevándose toda su historia.

Debatí conmigo misma durante un buen rato si debía acercarme y hablarle. ¿Y qué le pregunto? ¿Qué le digo? "Cuénteme su vida, quiero atesorarla y que su recuerdo no se pierda nunca" Absurdo. Me bajé en mi parada sin dejar de mirar atrás, pero con la sensación de haberme perdido algo importante. Una sensación que no ha desaparecido aún.

Y entonces decidí que quizás, con esta entrada, no se perdería tanto. Y sonreí, yo sola, en la calle, mientras caminaba para coger el autobús. Hay veces que una sonríe así, por la calle. Pero son pocas, muy pocas. Y decidí intentar atesorarlas todas, y publicarlas cada día que tuviera alguna que contar, para poder terminar el día con aquellas cosas buenas que hay en la vida.

Volví a sonreir cuando vi caminar un perro dando salitos. Y después, cuando al pasar por delante de mi casa ví que Alvaro había recogido la ropa que estaba colgada. No se si esta sección dará para mucho, ojalá que sí. Seguro que si fuera acerca de las cosas que me hacen gritar (figuradamente claro :P) tendría un montón. Pero desde luego, no tendrían el mismo valor.

La de hoy ha sido una sonrisa agridulce, pero al fin y al cabo ha sido una sonrisa. Porque no dejo tampoco de agradecer el haber tenido la oportunidad de valorar lo que he perdido.

2 comentarios:

Wizzy dijo...

un haz de luz que emana colores vivos empieza a inundar este blog, es bonito ver como evoluciona el mundo, el futuro es +

Lalih dijo...

chiqui, para esas situaciones lo mejor es llevar consigo una cámara de fotos, siempre habrá excusa para entablar una conversación interesante y que mejor si además puedes atesorar esa historia con imágenes, si la persona en cuestión es un poco agria, una disculpa será suficiente.

Por otra parte, como lo has contado me gustó mucho, imaginaba al sr y creo que sentí el vacío de la pérdida al no compartir su historia contigo -.-

estoy loca xDD


besos wapiiiiiiiiiiiiiii