lunes, 22 de septiembre de 2008

Mercado Medieval

Me encantan los mercados medievales. Desde siempre. Y siempre que veo uno me voy con la misma idea en la mente, ojalá hubiera podido verlo de verdad, vivir en aquella época. Claro, con mi mentalidad actual, y todas las libertades que hoy tenemos... Sé que es absurdo, pero ¿a quien no le gustaría poder viajar por las diferentes épocas del tiempo? Vivir una historia tras otra a través de los siglos, los países; ser un ciudadano de la Grecia clásica, y después quizás un soldado de Esparta; pasear por los jardines babilónicos; una sacerdotisa egipcia de Isis en la época de los Faraones, o de Cleopatra; o un senador romano en la época de Julio Cesar. Poder ser parte y juicio de cada uno de los grandes acontecimientos de la historia, o simplemente vivir una historia propia.

Menos mal que todavía podemos hacer eso gracias a los libros, el cine, el arte, e incluso los mercados medievales jejejejeje Una lástima no ser una niña para haber podido dar un paseo en los ponis o los camellos. Me encantaron los búhos y los halcones que tenían de exposición de cetrería. Y los puestos con escudos, espadas y armaduras. Estuvo genial.

El té árabe de menta estaba buenísimo. Siempre me ha gustado el té árabe, en todas sus variedades, dulce y con un leve toque a clavo. Y para variar, lo que no puede faltar en estos mercados medievales, comida. Mucha comida. Una inundación de aromas nos fueron guiando hasta los puestos más suculentos. Bizcochos enormes de chocolate, piña, naranja, tartas de queso, rosquillas de anis y caramelos. Butifarra encebollada, morcilla, empanadas dulces y saladas; nosotros nos decantamos por las patatas asadas y el chorizo criollo con chimichurri... ¡que buenos!

Una pena que fuera una visita corta, y que nos perdieramos los espectáculos que hicieron a lo largo del día. Pero otro día habrá más. Afortunadamente en casi todas las ciudades se hace al menos un mercado medieval al año :P

1 comentario:

Wizzy dijo...

asi k tu eres como nach, mil vidas para ti